Utilidad de la antigüedad en el ascenso de los trabajadores

 

Aspectos prácticos de cómo debe emplearse en las empresas la antigüedad de los colaboradores, sus ventajas y su forma de manejo en atención a lo establecido en la Ley Laboral.

Preámbulo

Las compañías deben conocer la importancia de manejar correctamente los controles o mecanismos para determinar la antigüedad de los trabajadores y por ende su preferencia en los ascensos, ya que esto les permitirá seleccionar el mejor prospecto para ocupar el puesto vacante o de nueva creación, en el entendido de que los candidatos deben acreditar la causa en que fundan su solicitud.

A continuación se abordan los aspectos medulares de este tópico para su sana aplicación.

Marco jurídico

El trabajo es un bien escaso y valorado; por ello, los colaboradores reclaman ante las organizaciones ser considerados para ocupar cierto puesto, uno superior o uno de nueva creación, dentro de las mismas; tal posibilidad es contemplada en el Título IV, Capítulo IV de la Ley Federal del Trabajo (LFT) en sus numerales del 154 al 162, denominado Derechos de preferencia, antigüedad y ascenso.

Derecho de preferencia

Es común que entre el personal que labora en las empresas existan personas con mayores cualidades (conocimientos o aptitudes) para el desempeño de su trabajo, sin embargo, cuando hay vacantes y los trabajadores se encuentran en igualdad de condiciones, es necesario definir quienes ocuparán las mismas considerando los parámetros establecidos por la Ley para tal efecto.

El artículo 154 de la LFT señala que los patrones están obligados a preferir en igualdad de circunstancias a los trabajadores mexicanos respecto de quienes no lo sean (extranjeros), a quienes les hayan servido satisfactoriamente por mayor tiempo, a quienes no teniendo ninguna otra fuente de ingreso económico tengan a su cargo una familia y a los sindicalizados (agremiados a cualquier organización sindical legalmente constituida) respecto de quienes no lo estén.

También refiere que si existe un Contrato Colectivo de Trabajo y éste contiene alguna cláusula de admisión, la preferencia para ocupar las vacantes o puestos de nueva creación se regirá por lo que disponga dicho contrato y el estatuto sindical.

Como puede apreciarse, los elementos que todo patrón debe observar para elegir a un trabajador sobre otro, son:

Para tal efecto, las empresas están obligadas a poner en conocimiento de los sindicatos titulares de los contratos, así como de los trabajadores de categorías inferiores los puestos a cubrirse, en acatamiento a lo establecido en el artículo 132, fracción XI de la LFT.

Cuando las compañías no tienen celebrado un Contrato Colectivo de Trabajo o éste no contempla una cláusula de admisión, cubren las vacantes transitorias o temporales aquéllos que desempeñen trabajos extraordinarios o por obra determinada que no constituyan una actividad normal o permanente dentro de éstas, en términos del numeral 156 de la LFT.

Ejercicio del derecho

Por lo anterior, cuando uno o varios trabajadores activos o no se creen con derecho a aspirar a un puesto vacante o de nueva creación de la compañía para la cual trabajan o laboraron, según el precepto 155 de la LFT, deben presentar una solicitud por escrito ante ésta. En dicha solicitud deben constar los siguientes datos:

Ascenso a vacantes definitivas y provisionales

Como una de las principales preocupaciones de los trabajadores es que sean tomados en consideración en las empresas para aspirar a un puesto superior al que desempeñan, en muchas ocasiones éstas por desconocimiento o falta de experiencia, sólo consideran el tiempo de servicios de aquéllos y no su grado de preparación, a dicha práctica se le llama escalafón ciego; por lo que para evitar ubicarse en este supuesto es necesario conocer que el artículo 159 de la LFT precisa las siguientes prioridades para el otorgamiento del puesto vacante:

De ahí que cuando se trate de vacantes temporales cuya duración sea mayor de 30 días, serán cubiertas escalafonariamente por el trabajador de la categoría inmediata inferior; y sólo en los puestos de nueva creación, que por su naturaleza o especialidad no puedan ser desempeñados por trabajadores de categoría inferior o no exista procedimiento de selección ante el sindicato titular, el patrón podrá cubrirlos libremente.

Si el patrón capacita a los trabajadores de la categoría inferior a la vacante, el ascenso corresponde a quien demuestre ser más apto y tenga mayor antigüedad y de prevalecer las mismas circunstancias, se elige al colaborador que tenga a su cargo una familia; de continuar con el empate, al que en examen acredite mayor aptitud, pero si el patrón no cumplió con su obligación de capacitar a sus trabajadores, el puesto se otorgará al de mayor antigüedad y, en igualdad de circunstancias, a aquél que tenga a su cargo una familia.

Consecuencias por  incumplimiento

Los trabajadores que cumplan con los requisitos tanto de aptitudes, como de los criterios de desempate para colocarse en una vacante en su compañía, y ésta no justifique la razón de la negativa a su petición, válidamente pueden solicitar ante la Junta de Conciliación y Arbitraje correspondiente que se le otorgue el puesto correspondiente, o bien se le indemnice con el importe de tres meses de salario, supuesto en que también tendrá derecho a los salarios caídos generados hasta la fecha de cumplimiento del pago de la indemnización aludida (numeral 157 de la LFT).

Antigüedad de los trabajadores Comisión Mixta de Antigüedades

A efecto de determinar la antigüedad de cada uno de los colaboradores de las empresas, ya sea los de planta y los que no tengan este carácter, es necesaria la formulación anual de un cuadro general de antigüedades, el cual generalmente se elabora después de la revisión del Contrato Colectivo de Trabajo, por una comisión compuesta por igual número de representantes de trabajadores y patrones, observando el siguiente procedimiento:

Cuadro de antigüedades

La comisión mixta de antigüedades debe elaborar el cuadro general de antigüedades de toda la empresa con el desglose del nombre de los trabajadores, años de servicios prestados y las categorías de cada profesión u oficio que se manejan, pues el objetivo primordial de este documento es que de manera certera se conozca el estatus laboral de cada trabajador para que se puedan así determinar sus derechos de preferencia y éstos puedan ser ejercitados (artículo 158 de la LFT).

En la práctica es conveniente complementar este documento con otros datos que aporten mayor información de los colaboradores, como son:

Integrado el cuadro general de antigüedades, cada trabajador debe dar su conformidad a fin de que el mismo tenga plena vigencia; de objetarlo, la aludida Comisión debe revisarlo y en caso de existir anomalías, efectuar, las modificaciones pertinentes para que finalmente sea aprobado.

(Al final de este tema, como anexo 4, se presenta un modelo del cuadro general de antigüedades).

Prerrogativas por la antigüedad

Trabajadores con más de 20 años

El artículo 161 de la LFT refiere que aquellos colaboradores que tengan más de 20 años de servicios con un patrón, gozan del privilegio de que sólo se les puede rescindir por causas graves que hagan imposible la continuación de la relación laboral, por ejemplo:

Prima de antigüedad

De conformidad con el artículo 162 de la LFT, la prima de antigüedad es una prestación económica consistente en el importe de 12 días de salario por cada año de servicios prestados. La base salarial de su cálculo está topada al doble del salario mínimo general vigente del área geográfica en donde se desempeñen los trabajadores, esto es en la zona A $97.34, B $94.32 y C $91.62 (numeral 486 de la LFT).

Los patrones están obligados a cubrir esta prima sólo cuando los trabajadores:

Es preciso comentar que mucho tiempo existió controversia respecto si esta prestación debía pagarse por años completos de servicios o en forma proporcional, a lo cual los tribunales de la materia se inclinaron por lo segundo.

Es de interés enfatizar que esta prima se otorga con independencia de cualquier otra prestación que les corresponda a los trabajadores.

Conclusión

Como puede observarse, el criterio de la LFT de que el simple transcurso del tiempo puede dar a los colaboradores la experiencia necesaria para el desarrollo de una función no siempre es acertado, pues un trabajador puede tener muchos años de experiencia, pero malos; en tanto que otro puede poseer poco tiempo en el desempeño de sus actividades, pero bien canalizado; de ahí que si bien es cierto el poner en práctica el cuadro general de antigüedades otorga una visión general de aquéllos para con ésta, también lo es que en la práctica se deben observar otros parámetros que den como resultado una mejor elección de personas que velen por la productividad de la compañía.